CAPÍTULO
II
2. MARCO CONCEPTUAL
1)
ESPACIOS DE DIÁLOGO:
Identificar los
espacios de diálogo dentro de una comunidad es una tarea básicamente de
observación al estar en constante convivencia con los grupos en cuestión.
En la sociedad de la
información el diálogo es el centro de las relaciones sociales y, es por ello,
que se habla de un giro dialógico (Aubert, 2008), entendido como un aprendizaje
relacionado directamente a la capacidad de interacción, propia del ser humano.
Trinidad Moreno,
psicóloga educacional de la Pontificia Universidad Católica de Chile nos dice
que hablar de espacios de diálogo dentro de la escuela, implica promover
habilidades como le pensamiento crítico, la creatividad y la comunicación; es
que el proceso de enseñanza – aprendizaje, por el que se sostiene la escuela,
es mediado por un acto comunicacional. La utilización del círculo dialógico, referido
a los espacios de diálogo, como estrategia didáctica, posibilita diferentes
formas de abordad un tema específico, mediante la significación y búsqueda del
sentido, en las construcciones de conocimiento, de habilidades y de actitudes
socializadas
En nuestra
investigación prospectiva aplicada a una comunidad educativa, los espacios son
compartidos por alumnos en etapa adolescente, y los diálogos dentro de la
institución son diversos, enriquecedores y encierran una serie de elementos
integrantes que describen la realidad estudiantil y nos hace entender mejor la
problemática estudiantil, que es la primera dimensión de nuestra variable
espacios de diálogo.
Horton y Gerald (1995)
definieron este tipo de problemáticas como "una condición que afecta a un
número significativamente considerable de personas, de un modo considerado
inconveniente y que según se cree debe corregirse mediante la acción social
colectiva.”
Bajo esta definición,
se entienden las problemáticas dentro de la escuela como un conjunto de hechos
que afectan directamente a la comunidad escolar y sus actores dentro de ella;
estudiantes, docentes, padres, etc. Identificar este tipo de problemáticas debe
reconocerse primordial dentro de una institución puesto que una puede conllevar
a otras.
Según la Comisión
Europea (2011), cuando los problemas escolares persisten en el tiempo, reduce
las oportunidades de participar en la dimensión social, cultural de la
sociedad.
Podemos comprender el
contexto como un macro sistema de
elementos e interrelaciones dinámicas que influye y, en muchos casos,
condiciona las distintas formas de actividad humana que en él se desarrollan. A
su vez, formas particulares de actividad imprimen su sello y, en algunos casos,
modifican esencialmente el contexto social.
Mitjáns agrega que: La
Educación como actividad de formación y la Psicología como actividad de
conocimiento (ciencia) y de práctica social concreta (profesión), se dan
siempre contextualizadas, o sea, en relaciones particulares con el contexto
social en que se desarrollan
Esto quiere decir que
toda actividad en la que participemos se da siempre dentro de un contexto,
acontecen dentro de un espacio y tiempo que en su mayoría están determinadas
por las relaciones e interacciones que desarrollemos. Estos, sean familiares,
escolares o de cualquier otro tipo, influyen de manera significativa en nuestras
vidas y manifestaciones, mucho más marcado en la etapa adolescente.
La adolescencia es una
etapa donde nos hacemos críticos con los diferentes contextos en que se vive. Una edad en la que es importante
encontrar bases sólidas para la formación de la identidad.
El efecto, poder o
consecuencia de las personas o acciones de estas en otras es parte de la
definición de influencia, pero esta debe ser comprendida desde diferentes
miradas. El contexto, la familia, los amigos y referentes sociales pueden
influenciar, directa o indirecta, positiva o negativamente en los adolescentes.
Katz y Kahn
nos dicen que se puede definir un
acto de influencia y diferenciarlo de otros, en base a las personas
intervinientes (agentes o "actores"), a la dirección de la influencia,
al contenido del acto y a la conducta necesaria para completar el ciclo, entre
otros factores.
Los adolescentes como individuos
también se relaciona con el medio que lo rodea, la escuela por ejemplo, no
puede quedar ajeno a su influencia y muchas de sus acciones son el resultado de
su interrelación, sea cual fuere la naturaleza de ésta
Las organizaciones son
también un fenómeno social en el que las personas ven afectado su
comportamiento por la influencia del entorno que las rodea, por sus intereses,
motivaciones, relaciones de poder, etc. (Morgan, 1986).
Esta idea de las
organizaciones y tomando de referencia la escuela o la organización que se da
dentro del aula misma, como un espacio social, nos permite prestar atención a
las relaciones y los vínculos que se establecen entre las personas y grupos que
la conforman. Una construcción de vínculos que conforme se van creando
adquieren una dinámica propia y genera mecanismos de influencia mutua.
La dinámica social debe
entenderse en dos sentidos: uno, como un conjunto de disciplinas que se encarga
del estudio de la sociedad a través del tiempo y a la luz de la situación
actual, y dos, como un conjunto de creaciones materiales y espirituales que los
hombres han realizado a lo largo de su actividad histórico-social.
“Comportamiento grupal como resultado de las
interacciones que se dan entre los integrantes de este. La primordial
suposición es que el comportamiento de un individuo es afectado por el
comportamiento de los individuos que rodean a este, y a su vez el
comportamiento de los que lo rodean se ve afectado por este mismo.” (Dinámica
social del gamo común o europeo, dama dama; estrategias reproductivas y proceso
de integración de crías, Vital G., C. Flores C. S. García, A., L.L. Montiel A.,
S. Sánchez A., J. R.)
Guerrero,
L (2001) también dice que en primer lugar podemos mencionar que para comprender
una dinámica social determinada es posible utilizar el contenido fenomenológico
de las vivencias de significación, ya que en la vida cotidiana y en la
investigación fenomenológica creamos y usamos unidades ideales de significación
para interpretar la realidad y comprender la parte de ella que es importante
para nosotros.
Entonces, dentro de su
significado esencial, la dinámica social viene a comprenderse a partir de las
vivencias, situaciones que conllevan al desarrollo y evolución de una
comunidad, cada una diferente, según sus tiempos. Mediante las dinámicas
sociales de una comunidad es posible identificar y reconocer el progreso de
esta.
Los actores sociales
pueden ser entendidos como un grupo de intervención, que se involucra en tareas
o actividades para llevar a cabo una transformación, los actores sociales, por
ser parte de una sociedad, como su mismo nombre lo indica no solo actúan por
ellos sino a favor y en beneficio de un grupo social.
Según Touraine: Un
actor social es un sujeto colectivo estructurado a partir de una conciencia de
identidad propia, portador de valores, poseedor de un cierto número de recursos
que le permiten actuar en el seno de una sociedad con vistas a defender los
intereses de los miembros que lo componen y/o de los individuos que representa,
para dar respuesta a las necesidades identificadas como prioritarias.
Reconocer a los
adolescentes como seres capaces de formar parte de las dinámicas sociales de su
comunidad estudiantil es reconocerlos como futuros actores sociales de su
entorno, que desarrollan habilidades para el cambio y la propuesta.
Podemos decir que todos
estamos en la capacidad de ser actores sociales pero “un individuo determinado
es un actor social cuando él representa algo para la sociedad, encarna una
idea, una reivindicación, un proyecto, una promesa, una denuncia, dentro de ese
concepto de igual manera un grupo político, una emisora de radio, un grupo de
estudiantes, el gremio de taxistas porque todos tienen algo que defender”
La interpretación según
la RAE, se define como “el acto de explicar o declarar el sentido de algo”
Hablar de
interpretación en la etapa adolescente
es enfocarla directamente a sus argumentos, su propia visión del mundo, el
reconocimiento de sus vivencias propias de la edad, sus concepciones del mundo
y su entorno.
Hacer investigación en
el mundo adolescente es siempre encontrar una forma de escucharlos. La forma de
investigar ha de intentar recoger sus argumentos y, además, las
interpretaciones que hacen de su mundo, las perspectivas interpretativas que
tienen de lo que dicen y hacen. (pág.110)
“El discurso es un
suceso de comunicación que incorpora algunos aspectos funcionales
(lenguaje). Ciertamente, el discurso se apropia dependiendo del contexto
en el que se encuentra la persona.”
Los adolescentes,
quienes pasan por una etapa de confusiones, adquieren una forma de discurso muy
diferente de acuerdo al entorno en que vive, por ejemplo; un adolescente no
tiene el mismo discurso en el hogar que en la escuela, debido a
que la confianza varia, sin embargo, los medios de comunicación son
el otro factor influyente en el discurso del joven, porque en este
medio es donde los alumnos escriben de la forma en que lo piensan, quizás, el
docente y la familia son los responsables de propiciar un lenguaje neutro, a
través, de estrategias como la lectura.
Rebollo y Martí (2002)
nos dicen que “la participación no es una finalidad en sí misma sino un medio
para conseguir algo, advierten que debe
ser comprendida como
un derecho y
no como un
mero cumplimiento formal.”
En otras palabras,
estos autores nos muestran la participación no como algo obligatorio sino como
como un proceso, un acto que parte de la motivación personal, en el caso de la
participación dentro de la escuela que no sea por obtener un resultado sino que
los actores se involucren en todo el proceso.
Si esta etapa de la
vida es una etapa contestataria, rebelde, reivindicativa, ¿cómo podemos
conseguir su participación? Sencillamente por esto mismo, porque tienen ganas
de hacerse presentes, de protestar si desean, porque quieren exponer su
opinión. Esta es su manera de participar.
La concertación es un
proceso plural de construcción de consensos y de acción articulada
entre diferentes sectores
del Estado y
la sociedad todo a
favor del desarrollo. Los
diversos actores sociales
se unen a
varios espacios de
comunicación para implicarse en
procesos de concertación.
La concertación es
democrática, descentralizada, respetuosa de
la autonomía de
los diferentes actores
y busca la
inclusión de todos en los
beneficios del bienestar y la convivencia colectiva.
La concertación como
tal, recae en la acción de llegar a un acuerdo, y para que esta se lleve a
cabo, debe estar involucrado más de un actor.
En las escuelas,
existen diferentes actores sociales, lo cual conlleva a un trabajo de
concertación más arduo y estos se adecuan a partir de los grupos sociales que
dentro se formen.
La integración por sí
misma integra un conjunto de acciones que permiten a las personas, no solo ser
parte de un grupo sino que desarrollen sus capacidades y se articulen de tal
manera que trabajen por objetivos en común
La adolescencia, supone
un cambio cualitativo en el modo en el que el adolescente se relaciona con su
mundo social, y en especial con su grupo de pares. (Espelage, Holt y Henkel,
2003)
Tanto chicos como
chicas adolescentes comparten con sus amistades cada vez más tiempo y
actividades, así como sus sentimientos, dudas o inquietudes, convirtiéndose en
una fuente importante de apoyo (García-Madruga y del Val, 2010).
2)
PERCEPCIÓN DE LA MASCULINIDAD
La comunidad educativa
a la que dirigimos esta investigación, se caracteriza por tener una población
considerablemente grande y por consiguiente variada, conviviendo en un mismo
espacio, diversas personalidades. Se define a la personalidad como “el
resultado o reflejo de un sinnúmero de características pertenecientes a la base
social en la cual se encuentra inmersa una persona, puesto que todo lo que
ocurre en el contexto puede afectar o beneficiar a esta; además la personalidad
se puede configurar a partir de las exigencias, demandas y estímulos que ponen
a prueba sus características individuales, que le permiten desempeñarse en la
comunidad. (Montaño, Palacios & Gantiva, 2009). Esta construcción del ser
que aborda más el plano psicológico del mismo, está muy relacionado con la
identidad, que según Cabruja: “identidad, individual o social, es algo más que
una realidad natural, biológica y/o psicológica, es más bien algo relacionado
con la elaboración conjunta de cada sociedad particular a lo largo de su
historia, alguna cosa que tiene que ver con las reglas y normas sociales, con
el lenguaje, con el control social, con las relaciones de poder en definitiva,
es decir, con la producción de subjetividades” (Cabruja, 1996, 1998; Pujal,
1996, cits. en Iñiguez, 2001). La identidad, entonces, es el
reconocimiento subjetivo del individuo a
través de la relación constante con sus semejantes.
En un contexto social,
como lo es una institución, la identidad es el autoconcepto del individuo
deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo social junto con el
significado valorativo y emocional asociado a dicha pertenencia. (Tajfel, 1981). Sin embargo, al tratarse de
grupos sociales, siempre existen reacciones naturales, como son los prejuicios,
considerados como un fenómeno inevitable y como un producto adaptativo de la
historia humana, ya que serían los procesos de categorización, percepción y
enjuiciamiento social los que lo originarían (Dovidio, Hewstone, Glick &
Esses, 2010).
Además, según Allport
(1954) el prejuicio es “una antipatía basada en una generalización inflexible y
errónea, que puede ser sentida o expresada, dirigida hacia un grupo como
totalidad o hacia un individuo por ser miembro de un grupo”.
Ante esto, existe quizá
una limitación en los modos de expresión de la sexualidad- en el caso de mi
muestra, masculina- definida como “una construcción social simbólica, hecha a
partir de una realidad propia de las personas: seres sexuados en una sociedad
determinada. Como tal, es una dimensión constitutiva del ser humano: biológica,
psicológica, cultural, histórica y ética, que compromete sus aspectos
emocionales, comportamentales, cognitivos y comunicativos tanto para su
desarrollo en el plano individual como en el social”. (PESCC, 2008).
Como se sabe, la comunicación
es un proceso de interrelación entre dos o más personas para el intercambio de
mensajes que somos capaces de descifrar porque compartimos un mismo medio: el
lenguaje. Vygotsky (1987), señala que el lenguaje es un sistema de signos
llamdos palabras que se caracteriza por ser cambiante, dinámico y flexible.
Esto quiere decir que se adecúa al entorno histórico, cultural y la del
individuo mismo.
Un aspecto muy
importante en nuestra investigación y que forma parte de la construcción del
lenguaje, es la cultura, entendida como “el conjunto de valores, costumbres,
creencias y prácticas que constituyen la forma de vida de un grupo específico”.
(Eagleton, 2001). Sin embargo, también se trata de entender la cultura como un
proceso evolutivo más que nos permite adaptar al medio – una función ampliada
de la evolución genética podemos entender – siendo la interrelación de los
componentes biológicos y culturales un hecho frecuente en muchas fuentes
distintas. (Keesing,1993)
Entendiendo la cultura
como una mezcla de características aprendidas que pueden ser intelectuales y no
intelectuales, se puede intuir que uno de los factores que actualmente forman
la cultural de nuestra sociedad son los modelos sociales.
Un modelo es “un patrón
a seguir o muestra para conocer algo… Debe ser utilizado para probar una
hipótesis o una teoría, o tan sólo para poder explicar un proceso o una
abstracción” (Aguilera, 2000). Además agrega: “es una representación parcial de
la realidad; esto se refiere a que no es posible explicar una totalidad, ni
incluir todas las variables que esta pueda tener, por lo que se refiere más
bien a la explicación de un fenómeno o proceso específico, visto siempre desde
el punto de vista de su autor”.
En nuestra sociedad,
existen diversos modelos que sirven de guías en diferentes aspectos y para todo
individuo en general, sin embargo, tiene más efecto en la población joven que
se caracteriza por tener una personalidad en constante formación y abierta a
cambios según modelos sociales.
Una de las dimensiones
que directamente apunta a nuestra muestra, es el entorno escolar, que
“representa una serie de elementos que hacen referencia al ambiente en el que
se desenvuelve el individuo (social y cultural), los cuales tienen una
influencia en su conducta ya que son parte de sus costumbres y modos de vida
(Dávila y Martínez, 1999). Es así como el entorno se vuelve un factor
influyente y que modifica conceptos formados por puntos de vista propios para
“sentirse parte de” y sentirse socialmente aceptados. Chávez (2004), quien señala el sentido de
pertenencia como un tipo de membresía relacionada con la satisfacción personal
de cada miembro de la organización teniendo presente condiciones tales como el
respeto por su dignidad, el trabajo en equipo, su reconocimiento como ser
humano, la evaluación justa, la remuneración equitativa, las oportunidades de
desarrollo… A esta definición se añade la de De Pontes (2011), donde indica que
el sentido de pertenencia hace referencia a la apropiación colectiva e
individual de algunos aspectos de la organización tales como: visión, valores,
símbolos, historia y misión, manifestados en la identificación afectiva y el
orgullo en el hacer, sentir y ser de todos los miembros de la
organización.
Es importante
mencionar, que al desear alcanzar la aceptación, la perspectiva respecto a
varios temas puede cambiar segun el grado de importancia que tenga para el
individuo
Berguer decía sobre la
percepción social “que los individuos son únicos pero responden a patrones de
conductas socialmente aceptadas, además de estar influido por sus condiciones
sociodemográficas”
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